miércoles, 7 de enero de 2015

Historia 8. Por Andrés (Martins). Vía chat de facebook

Un hombre de cabello largo u piernas cortas, trabajaba en su fabrica de trampas para cucarachas con sus trabajadores ratones quienes gracias a su milenaria experiencia en trampas usadas en su contra eran ya doctos en mecanismos para trampas, un día llego su ingeniero ratón con un novedoso diseño para una trampa , la cual en las pruebas mostraron una efectividad del 100 % . El dueño de la fábrica se alegro mucho pues se hacía rico con su nueva trampa, por lo que invito a su familia y a sus pocos amigos a una cena a su casa. Estando en la cena con sus seres queridos, comiendo un queso que para su gusto no estaba muy bueno, entró a la cocina buscando una copa. Estando en la cocina mientras encontraba la copa, vio una pequeña cucaracha con piernas cortas y con pelos mas largos de lo normal. Esta pequeña cucaracha al verlo, corrió y buscó refugio pero lo que hizo fue el entrar en la nueva trampa recién salida de la fábrica. El dueño vio como su nuevo producto completamente efectivo acabó de una con el andar de la pequeña cucaracha peluda y pati corta. Por algún motivo el señor se sintió identificado con la criatura inmóvil y pensó en donde estaría si por alguna razón alguien se dedicara a crear trampas que acabaran con los seres humanos solo por el motivo de ser seres invasores y de mucha población. el señor pensó en como sería si el fuera la cucaracha que saliera a trabajar un día común como lo hace el todos los días hacia su fabrica y de un momento a otro al buscar refugio, su vida se acabara y junto con ella sus sueños, todo por una máquina diseñada para asegurar que no él no tuviese chance alguno de escapar. Esto lo hizo pensar que la cucaracha pati corta y peluda no tenía la culpa de haber nacido cucaracha y que por ese motivo estuviese destinada a morir por una cruel máquina. En ese momento se dio cuenta que toda su vida estuvo fabricando muerte, lo que lo hizo sentir muy mal, y pensó en cerrar su negocio. Pero en ese instante se acordó de todos sus fieles empleados ratones que necesitaban del trabajo en la fábrica para subsistir y no tener que salir de nuevo a las calles a arriesgar sus vidas por comida. Entonces al ver el queso que tenía en su mano tomó una decisión. Al día siguiente cerró su fabrica de trampas para cucarachas y en el mismo lugar y con sus mismos empleados, montó la mejor fábrica de quesos que el mundo ha visto, pues es también sabido que los ratones tienen una milenaria sabiduría en lo que a queso se refiere. fin.



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